¿Con qué mundo nos encontraremos?
Si de algo hay que estar seguros es que después de la pandemia nada volverá a ser como antes. Los cambios llegaron para quedarse y nos obligan a repensar nuestros modelos de negocios.
Si de algo hay que estar seguros es que después de la pandemia nada volverá a ser como antes. Los cambios llegaron para quedarse y nos obligan a repensar nuestros modelos de negocios.
Lo que para comienzos de año era una noticia remota que llegaba desde China, hoy se ha convertido en una crisis mundial sin precedente. El brote del COVID-19 no demoró en convertirse en pandemia, alterando el orden social y económico del mundo a un ritmo escalofriante.
El coronavirus no distingue entre fronteras. Es una crisis que golpea tanto a las Economías Avanzadas como a los Mercados Emergentes y a las Economías en Desarrollo. El Fondo Monetario Internacional pronostica una contracción mundial en torno al 3,0%, recesión que deja por detrás la caída mundial de 0,1% debido a la crisis financiera del año 2009.
Actualmente sabemos que esta pandemia dejará consecuencias negativas, pero lo que no sabemos es ni cuáles serán, ni en qué medida, ni cuáles serán sus costos, ya que si hay algo que caracteriza a este virus es la incertidumbre. Es por eso que hoy el escenario es incierto para la gran mayoría de sectores de la economía, llegando a ser crítico para otros.
Hoy día, a nivel mundial, estamos transitando la etapa de aislamiento y restricción. En algún momento llegará la etapa de estabilización y más adelante de recuperación. En este período hubo rubros como los alimentos y bebidas, productos de limpieza e higiene y productos de cuidado personal, que incluso vieron aumentar sus ventas respecto al mismo mes del año anterior, debido al comportamiento de los consumidores de querer abastecerse de dichos bienes. Sin embargo, ese mismo abastecimiento, sumado a las restricciones de compra que van surgiendo a medida que avanza el virus, hará que, durante las próximas etapas de la crisis, su demanda se contraiga.
El comercio minorista en general es un sector que se vio muy golpeado desde el principio. Las medidas de aislamiento y distanciamiento social para evitar el contagio generaron muy poca circulación de gente, imposibilitado así las compras en tiendas. Muchos negocios decidieron cerrar sus puertas y vender a través de canales digitales. Sin embargo, no solo las restricciones físicas perjudican a este sector. Durante la etapa de aislamiento, el consumidor se ve obligado a distribuir sus ingresos disponibles de una forma diferente, destinando un mayor porcentaje al ahorro y a compras de productos indispensables.
El sector industrial se vio fuertemente perjudicado desde el principio ya que el problema comenzó siendo de oferta. Fuertes descensos en los precios de las materias primas industriales, retrasos en la producción por exceso de inventarios, cortes en las cadenas de suministros y menos personal en las fábricas, son algunos de los factores que complicaron al sector. De ahora en más, se le sumarán los problemas de demanda mundial.
Sin duda el sector hotelería y turismo es de los grandes perdedores de esta crisis, no solo por el hecho de que las reservas y los pasajes pasaron a ser nulos, sino porque demorará mucho tiempo en recomponerse. Cuando otros sectores estén transitando la etapa de recuperación, esta industria todavía mostrará variaciones negativas respecto al año anterior.
Podríamos destinar muchas líneas más en analizar la situación de cada sector y no ganaríamos más que disgustos. Es momento de preguntarnos con qué mundo nos encontraremos cuando todo esto termine, porque si de algo hay que estar seguros es que nada volverá a ser como antes.
Te pregunto, ¿estás repensando tu modelo de negocio? ¿Estás generando los cambios estructurales necesarios para que tu empresa se adapte al nuevo consumidor?
Hoy más que nunca es momento de consolidar el canal digital como canal de venta, redefiniendo e innovando en servicios como la logística y maximizando valor. Hay que saber que, post pandemia, surgirá un nuevo consumidor mucho más exigente y consciente, quien demandará nuevos servicios, experiencias y mayor transparencia.
Desde el lado de la oferta también habrá cambios. Las cadenas de suministros y los procesos de producción serán más cortos, y posiblemente menos globalizados. Se tenderá a modelos menos riesgosos.
Por el lado del marketing, el escenario también será distinto. Habrá que redefinir estrategias orientadas en su totalidad al marketing digital. Este nuevo consumidor también requerirá mayor contención por el lado de las empresas por lo que sería interesante considerar la creación de comunidades para entablar una cercana relación con el usuario, a pesar de la imposibilidad de la cercanía física.
Es importante que esta realidad mundial nos deje una enseñanza a todos. Nada volverá a ser como antes. Los cambios llegaron para quedarse. Está en cada uno trabajar para adaptarse lo más rápido posible para que ni el virus ni el mundo post pandemia lo perjudique.
Hasta pronto!
Por Julieta Colella para Create Trade
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